Te asesoramos

Llámanos

Chatea

Escríbenos

Como promover el bienestar familiar

1. Abrácense más
Pasen un buen rato acurrucados en la cama, leyendo, platicando o jugando. El contacto físico ayuda a los niños a sentirse queridos y seguros, ¡y es divertido para los padres!
2. Cantar a coro une
Entonar juntos sus canciones favoritas es perfecto para estrechar los lazos. Baila en la sala con tus hijos, y usa la música como aliciente para las tareas de limpieza.
3. Más diversión en casa
Aunque conviene fomentar las actividades escolares y extraescolares de los niños, insistir demasiado en ellas puede causarles tensión y angustia. Reserva un tiempo para actividades destinadas sólo a la convivencia y la recreación de la familia. Organicen juegos y fiestas sorpresa, den paseos a pie, exploren una cueva, cultiven el jardín o cocinen.
4. Ejercítense juntos
Vayan corriendo o en bicicleta al parque más cercano, donde podrás descansar mientras los niños juegan en los columpios o en el arenero. Estos paseos permiten a los padres inculcarles hábitos sanos a los hijos, convivir con ellos y hacer ejercicio.
5. Dales una dieta saludable
La comida chatarra, rica en azúcar y sal, quizá sea sabrosa, pero resulta dañina para la salud y el bienestar de tu familia. Incúlcales a tus hijos el hábito de comer tentempiés sanos dejando a su alcance tazones de fruta fresca, verduras troceadas, frutos secos o fruta deshidratada.
6. Cocina con ellos
Es otra forma de interesar a los niños en la comida saludable. Al preparar juntos el desayuno o la cena, les fomentas hábitos de alimentación sanos, además de enseñarles a cocinar, escoger ingredientes, trabajar en equipo e improvisar. Los niños que han ayudado a preparar una comida están más dispuestos a comérsela.
7. Premia la buena conducta
Es muy conveniente reforzar el buen comportamiento de los hijos, sin exagerar. Llevarlos al albergue de animales abandonados, al zoológico o al cine y comprarles palomitas, o retrasar un poco la hora de dormir, son buenos alicientes.
8. Lean y escriban juntos
Reserva un rato para la lectura todos los días. Léeles en voz alta a los niños, que cada cual tenga su propia lectura, o escuchen juntos un audiolibro. Hacerlo acurrucados en el sofá puede ser aún más grato. También conviene que los niños escriban un poco cada día.
9. Trato individual
Dedica a cada uno de tus hijos un rato exclusivo todos los días, aunque sólo sean 10 minutos. Eso hará que cada niño se sienta especial, y fortalecerá el vínculo que los une.
10. Crea rutinas
Como a los niños les gusta saber lo que deben esperar, las rutinas de antes de dormir, como bañarlos y leerles cuentos, reducen la mala conducta por la noche. Una rutina matinal también puede ayudarte a salir de casa más pronto y con menos resistencia.
11. Muéstrense su afecto
Expresen con pequeños detalles cuánto se quieren unos a otros; por ejemplo, dando gritos o brincos de alegría cada vez que un hijo regresa de la escuela o un padre del trabajo.
12. Una disculpa no basta
Si uno de tus hijos hiere los sentimientos de un hermano, debe hacer algo más que disculparse: tratar de reparar el daño; por ejemplo, ayudándole con una tarea o compartiendo con él un juguete.
13. Tu pareja tiene prioridadLo más importante que puedes hacer por tus hijos es amar a tu cónyuge y demostrárselo. Así ellos tendrán un ejemplo de buena relación que seguir, y ustedes protegerán su matrimonio.

Además, tal y como se desprende del último estudio Cigna 360º Wellbeing Survey, pese a que los españoles son los que más respetan las horas de sueño frente a otros países como Alemania, Francia y Reino Unido (el 39 por ciento afirma dormir el tiempo necesario, frente al 29 por ciento de franceses, el 33 por ciento de ingleses o el 36 por ciento de alemanes), las cifras todavía dejan mucho que desear. En este sentido, la falta de sueño tiene un impacto negativo en la salud. En un plano físico, no dormir bien implica un mayor riesgo ante enfermedades graves, y también afecta a la función psicomotora, causando un bajo rendimiento académico o laboral, entre otras consecuencias. A nivel psicológico, cuando la falta de sueño se convierte en algo habitual, se puede favorecer el desarrollo de enfermedades como depresión o ansiedad. “Además de afectar a nuestra salud física, no descansar lo suficiente tiene graves consecuencias sobre nuestro bienestar psicológico y el rendimiento laboral, y provoca mayor irritabilidad, sensación de tristeza y falta de concentración, entre otras consecuencias”, indica la Dra. Marta López Tomás, E-Health Medical Manager de Cigna España. “Por ello, hay que respetar las horas de sueño que necesita nuestro cuerpo, ya que es fundamental para mantener una buena salud y bienestar”.

Te puede interesar:

Carrito de compra